De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Hola, estudiante mediocre de la ESO (Educación Subnormal Odiosa). Como seguramente debes saber, el instituto es un lugar sumamente violento y salvaje. Las hormonas se materializan en forma de brutos que se te lanzan encima para arrinconarte en la esquina y empezar a darte golpizas.
Las cosas son así: tienes que acabar la ESO para no ser un drogadicto como tu hermano/a (en caso de no tener sustituir por padre o madre).
En esta guía os enseñaré como subsistir a este período tan jodido. PD: Esto es SÓLAMENTE para institutos públicos. A los pijos de mierda, joderos.
Como si de un videojuego se tratase, hay diversas razas y/o engendros en el mundo escolar.
Este individuo se hace pasar por adolescente, pero en realidad tiene más años que el profesor. Se caracteriza por estar al fondo de la clase, por las patillas, los brazos como troncos, las piernas saliendo de la mesa y por su voz áspera. Puede ser una molestia convivir con él, ya que suele tener una navaja en la mochila, con la que hace figuritas de madera (no me preguntes de dónde la ha sacado).
Existe una subvariante, el repetidor casual, que es aquel que repite un curso y sigue como un alumno normal, aunque con cierta ventaja sexual física sobre sus compañeros y con más nabo gancho para ligar atraer a sus compañeras.
Éstos estan caracterizados por estar en primera fila y preparar los libros entre clases en vez de pegarse con los demás. Suele ser el comodín de los vagos, pues casi siempre te dejará los deberes (aunque sea obligado bajo navaja) y las libretas para que las copies al final del trimestre.
Esta tía tiene la capacidad de calentar a todo lo que se mueve, haciendo que sean sus esclavos a cambio de mamadas recompensas. Al final acabará siendo la prostituta que contrates en tu despedida de soltero y la situación puede ponerse violenta.
Este suele ser el modelo de friki de las pelis americanas. Es fan de la guerra de las galaxias y un genio en mates y en ciencias. Puede ser una raza simpática aunque a veces da mucho miedo. Se dice que por su capacidad intelectual, juntando a un grupo de frikis se solucionaría la crisis mundial (pero a ver qué presidentes tienen cojones de juntarse con esos).
Este tío es algo diferente. Está siempre solo y es como si fuera un leproso. No te preocupes, no es tan malo, y necesita una oportunidad. Aunque siempre puedes usarlo como amigo de interés (y su bocata, pedirle dinero, liarte con su madre...)
Éste ser debe ser arrojado al mar con unos bonitos zapatos de cemento. Le gusta Tokio Hotel y lleva el pelo planchado y hacia un lado. Viste de negro y siente atracción hacia las cosas punzantes o cortantes. Si quiere acabar con su vida, lo mejor es, como buen compañero, ayudarlo/a a hacerlo de un modo gore.
Raza menos marginada que los empollones o los friki-empollones, pero considerados como algo inusual. Se dice que nacen de una reacción nuclear a causa de los residuos nucelares (se dice nucelar). Se reúnen en clanes según sus series de ficción favoritas (naruto, bleach, etc.)
Este espécimen no es muy inteligente, y no estudia, principalmente porque no va a conseguir nada al ser tonto. Hay dos tipos:
Éste ser es algo mas inteligente, solo aprueba por copiar bien al compañero o se hace él la chuleta. Suele ser el espécimen de los tontos menos comunes y difícil de encontrar.
Éste, sin embargo, se dedica a hacer payasadas y no sabe ni papa.
Este ni siquiera sabe como se llama y en el hueco del nombre siempre pone "patatas con chorizo" y otras chorradas que se le vengan a la cabeza.
Durante las clases las cosas son medianamente aceptables, a no ser que estés en una aula "especial". Pero cuando llega el descanso entre ellas, la cosa se puede poner chunga. Sigue estos puntos:
Son las clases en las que el profesor se pone enfermo, se rompe algo, se pone de parto (solo mujeres, ¡por el amor de Dios!) o se va de farra con sus amigos profesores para olvidar las penas. Os contaré estos hechos fase por fase.
Bueno, resumiendo. Que en menos de diez minutos se desata el caos absoluto siguiendo esta fórmula:
adolescentes20+profesor de guardia= La gran farra del siglo
¿Que sería de este país si nuestros médicos, abogados, profesores y científicos no hubieran aprovechado el arte mágico de copiar?
Pues que sería un atajo de ignorantes (no quiere decir que ahora no lo sean, pero al menos poseen un título bonito con el que tapar las humedades de sus paredes). El copiar hace al tonto listo, creándole una inteligencia superior al resto. Al fin y al cabo, ¿Quién saca más nota, el que se queda toda la jodida noche estudiando o el que copia? Pues el que copia. O al menos puede dedicar el tiempo en cosas más importantes, como pajearse o incendiar bosques. Así pues, existen diferentes tipos de esas maravillosas cosas llamadas chuletas.
Es la chuleta más usada y más buena de todas. Dando vueltas al boli puedes ir mirando los pozos de sabiduría que te ofrece. Pero tiene un inconveniente: En caso de que te pillen, desmontar el boli para deshacerse de la chuleta es imposible (a no ser que seas tan idiota como para abrirlo delante del profe y tragarte la chuleta)
En esta variante el texto de la chuleta es escrito en una goma de borrar lo suficiente grande. Tiene como contraindicación que a veces la textura de la goma impide escribir bien en ella y el texto resulta ilegible.
Otra poco original y simple. La prueba se conserva en tu estuche durante todo el rato. Es una chuleta para profes pasotas que se ponen a leer cómics mientras tú te matas a copiar. Pero los profesores suelen pasearse por la clase como almas errantes, de modo que es impredecible su ruta y, o estás alerta todo el rato y no prestas atención a leer la chuleta, o la sacas en cuanto puedes y escuchas detrás tuya un "ejem, ejem" que te augura lo peor.
Ésta es una muy buena. Simplemente te lo copias en los brazos o en las piernas y ale, a copiar. Asegúrate que la tinta se borra rápido en caso de que te pillen. Y en el caso de que sea así, cuidado con el sudor o acabarás sudando tinta.
Una versión de esta técnica, útil para fórmulas y pequeñas informaciones, es escribirlas en la muñeca, de modo que queden ocultas bajo la correa del reloj. Pero cuidado: si tu reloj es de correa apretada, tus gruñidos por el esfuerzo de deslizarla para leer la chuleta pueden delatarte.
Ésta es a mi modo de ver, (poseo experiencia) unas de las mejores chuletas. Hecha a lápiz en la mesa, es una de las mejores de esta especie. Borradas con un dedo, se hace muy fácil de deshacer las pruebas.
Esta sólo puede ser usada en mesas de esas con cajones cerrados por delante o si estás en la última fila o en un sector de la clase poco frecuentado por los paseos del profesor. Simplemente la chuleta es sacada y metida del cajón, realizando un ojeo rápido. Pese a las difíciles condiciones de uso que mencionaba antes, esta es particularmente buena si puedes usarla, ya que hay gente que esconde en el cajón hasta una tabla periódica o un libro entero. Eso sí, advertimos que es fácil de ver por el de al lado tuya, y si le da por chivarse, estás acabado.
Existen, creedme. Pude ver una con mis propios ojos. Están en los lugares más extraños (en una pared, en el techo, en la nuca del delante...) Son curradas, desde luego, pero aunque es difícil de pillar, si lo hacen prepárate para un rosco (el único que te comerás en tu vida desgraciao') Porque, contéstame, ¿cómo borras una chuleta escrita a bolígrafo en el techo? Lo de la nuca del delante son paranoias mías, no miréis al de delante en un examen esperando ver una chuleta escrita por alguien.
Tienen otro fallo. A veces están tan bien escondidas que no las encuentra ni el que las ha hecho.
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